ADOLESCENCIA.
PADRES Y MADRES EFICACES.
La adolescencia es una época de cambios entre la infancia y la madurez, en la que se define nuestro cuerpo y nuestra personalidad. Es una época de conflictos que pueden también ser sugerentes y positivos, todo depende de cómo se afronten las diferentes situaciones que se nos van presentando.
Existen estudios que hablan de una ampliación del período de la adolescencia, se inicia antes y se culmina más tarde, y es evidente que esto preocupa a los padres y madres que tienen que convivir con sus hij@s en esta etapa y que parece que nunca vaya a terminar y resolverse de una forma positiva. Para su tranquilidad hay que decir que los estudios científicos sobre este tema, demuestran que, si bien es cierto que algunos adolescentes encuentran obstáculos, la mayoría los superan llegando a ser adultos que encuentran su lugar en la vida, se relacionan de forma satisfactoria y llegan a ser buenos ciudadanos.
Algunos de los temas que preocupan a los padres y madres que tienen un
adolescente en casa, son el paso de Primaria a Secundaria,
los cambios de humor, los amigos y sus influencias, el riesgo de fracaso
escolar, el posible consumo de drogas, la información sexual y muchas
otras cuestiones similares. Cada familia tiene sus formas de pensar, sus prioridades y su manera de afrontar estas dificultades, pero las investigaciones sobre este tema, demuestran que existen algunas cualidades comunes en los padres y madres eficaces. Y son las siguientes:
- Demuestran amor: los adolescentes necesitan poder contar con sus padres, que se comuniquen con ellos, que les dediquen tiempo y que les demuestren que se preocupan por su bienestar. Se puede querer a los hijos y no estar deacuerdo con lo que hacen, y ellos deben saber que esto es así.
- Apoyan: necesitan elogios y reconocimiento cuando se esfuerzan y ánimo para desarrollar sus intereses. En ocasiones se preocupan por cosas que a los padres nos parecen insignificantes, pero que para ellos son importantes y necesitan nuestro apoyo.
- Ponen normas: fijar límites y poner normas hace que, tanto los más pequeños como los adolescentes, e incluso los adultos, nos sintamos emocionalmente seguros. Poner normas y supervisar que se cumplen, facilita un desarrollo equilibrado y llegar a ser un adulto ajustado psicológicamente.La mejor estrategia es fijar límites y normas claros, razonables y bien explicados, para que sean efectivos.
- Dan ejemplo: los padres y madres, familiares, amigos y la gente de su entorno son ejemplo de comportamiento y actitud para los adolescentes y niños.
- Enseñan responsabilidad: el sentido de la responsabilidad se va aprendiendo con el tiempo, desde pequeños en el colegio crecen aprendiendo a responsabilizarse de sus cosas y tareas, ordenar su habitación, colaborar en casa. También es un acto de responsabilidad el aceptar las consecuencias de sus decisiones, sean estas positivas o negativas para ellos. Es tarea de los padres y madres darles la oportunidad de desarrollar este hábito de la responsabilidad.
- Ayudan a proponerse metas: ayudarles a pensar en algo que quieran alcanzar y cómo y con qué medios lograrlo.
- Respetan: No todos los adolescentes son rebeldes y complicados, pero todos necesitan ser tratados con respeto y que se les reconozca y aprecien sus diferencias. El respeto mutuo es la base de una buena relación entre padres e hijos.
Es evidente que la tarea de ser padres y madres es muy complicada, y que no nacemos sabiendo cómo hacerlo bien, ni podemos controlar lo que nuestros hij@s llegarán a ser, pero como responsables de su educación, tenemos muchas oportunidades de influir en su desarrollo. Y esta influencia será positiva si disfrutamos el presente, pensamos en el futuro y empezamos a trabajar desde pequeños para conseguir que se desarrollen como personas íntegras y responsables.
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