BENEFICIOS EN LOS NIÑ@S
La tarea de cocinar tiene muchas
propiedades beneficiosas tanto para adultos como para niñ@s, ofrece
experiencias de aprendizaje. Cuando cocinamos en familia, todos nos beneficiamos de las comidas
saludables, del sentido del logro compartido y el disfrute de la compañía de
otro.
Para los niñ@s, el cocinar tiene
muchos aspectos positivos, como son:
- Fomento de una alimentación sana y equilibrada, conocer los alimentos y su preparación. Toma de contacto con productos naturales.
- Mejora de las habilidades psicomotrices finas.
-Fomento de valores como el respeto, el diálogo, la cooperación, responsabilidad,...
- Favorece las habilidades de organización, planificación, relajación y atención para hacer las tareas.
- Trabajo con conceptos matemáticos y científicos: cantidades, pesos, tiempos, observaciones y predicción de cambios,...
- Secuencias temporales (primero se preparan los ingredientes, luego se cortan...)
- Habilidades de lectura y escritura para hacer y seguir la recete y luego repetirla en otras ocasiones.
- Favorece la imaginación.
- Igualdad entre sextos a la hora de cocinar.
- Se aprende limpieza e higiene (personal, de los alimentos y utensilios)
- Se trabajan conceptos de seguridad en la cocina.
La actividad de cocinar, resulta relajante cuando se hace con orden y
limpieza. Hay que tenerlo todo preparado, saber cómo lo vamos a preparar,
planificarlo, ejecutarlo e ir ordenando y limpiando mientras cocinamos.
Cocinar aumenta la autoestima en los niñ@s, porque les ayuda a
enfrentar la tarea, trabajar junto a él/ella como un equipo, les enseña que el trabajo
de más de una persona produce mejores resultados. Alabar sus esfuerzos, el
trabajo en equipo y conseguir los
objetivos, aumenta su autoestima, ve que es capaz de hacer cosas por si mim@.
Cocinar les proporciona experiencias
sensoriales, los pequeños dependen de los sentidos para explorar el
mundo. Trabajar con los alimentos les permite concentrarse en los sentidos y
les enseña a usar sus ojos, oídos, nariz, piel y lengua para observar las
cosas. A esto hay que añadirle la memoria olfativa, que hace que los aromas no
despierten emociones agradables que nos hacen sentir muy bien.
Cuando se organiza una actividad de cocina, no se trata de enseñarles a
cocinar, si no a aumentar su interés por los alimentos y su preparación y,
siempre con la supervisión de un adulto, ser capaces de hacer un plato,
probarlo y comérselo. No tenemos que olvidar
los aspectos de seguridad, no es aconsejable dejarlos solos en la cocina,
debemos supervisarlos.
¡¡¡¡ A DIVERTIRSE
COCINANDO!!!!